De puros pelos

 

Por Horacio Corro Espinosa

Para el 25 de junio de 2019

 

Desde hace siglos el cabello es una de las armas fundamentales de la mujer para conquistar al hombre. Además, dicen, permite adivinar el futuro, pues representa virtudes como, por ejemplo, a través de él se puede saber si lloverá o seguirá el tiempo seco.

Muchas familias tienen la costumbre de conservar los bucles de los recién nacidos, o un pedazo de pelo de la persona amada.

También, el cabello representa ciertas virtudes o poderes en el hombre: por ejemplo, la fuerza de Sansón en la Biblia.

En diversas culturas el corte y el aspecto de la cabellera fue siempre un elemento determinante, no sólo de la personalidad, sino también de la función social o espiritual de un individuo. Los arreglos del cabello revestían una enorme importancia entre los integrantes de la casta y guerrera japonesa.

En Francia, cuando comenzó la costumbre de cortarse el pelo, únicamente los reyes y los príncipes conservaron el privilegio de tener los cabellos largos.

En algunas regiones de china y en otras civilizaciones europeas, asiáticas y de Oceanía, cortarse los cabellos es una señal de duelo o de sumisión.

Para los que ya olvidaron lo que es el pelo, déjenme decirles, que el pelo es un filamento cilíndrico que nace y crece entre los poros de la piel de los mamíferos. El conjunto de los mismos filamentos en la parte superior de la cabeza del hombre forman el cabello.

No vayan a confundir esto, con lo que tienen algunas frutas en su cáscara, y algunas plantas en sus hojas y tallos, a éstos se les llama filamentos.

Algunas piedras preciosas a veces tienen pelo. Cuando se les ve una raya de color oscuro, eso hace que disminuya su valor.

También hay expresiones relacionadas con el pelo: ¡Me quedó al puro pelo! Esto quiere decir que le quedó a la medida o muy bien.

A pelo, es una manera de montar caballos sin silla.

De medio pelo, así se dice de las cosas de poca importancia o categoría.

Hay muchos hombres a quienes les encanta presumir su pelo en pecho. Creen que eso los hace distinguirse como personas fuertes y valientes. Estar hasta el copete, significa estar harto. No tener pelos en la lengua, es referirse a quien sin ningún reparo dice lo que piensa. No tener un pelo de tonto es ser listo y avispado.

Dar pelos y señales, simboliza dar todos los detalles de una cosa o asunto.

Ponérsele a uno los pelos de punta, es una expresión para representar el miedo, el susto, el temor.

Soltarse el pelo, es decidirse a hablar con toda libertad o a divertirse y vivir alegremente sin preocupaciones. Jalarse los pelos, es arrepentirse de algo o estar muy furioso por algo.

Las mujeres, principalmente, son las que utilizan esta expresión: ¡y yo con estos pelos! Indica que algo le sorprendió sin estar preparada para ello.

Bueno, creí que este comentario me iba a salir de pelos, pero no dudo que alguna pelusa por ahí, este refunfuñando porque sólo hablo de pelos.

 

 

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