¿Que el beso es toda una ciencia? Es verdad…

CIUDAD DE MÉXICO.

¿Habían escuchado hablar de la Filematología? Sigan leyendo y entérense de qué se trata

Hoy, buscando información sobre el Día Internacional del Beso, encontré una palabra nueva (al menos para mi): Filematología… Y como no me quise quedar con las ganas de saber qué significaba, seguí investigando y resulta que se trata de la ciencia que estudia el beso; nos habla de sus orígenes, cómo ha cambiado su significado a lo largo de la historia, los tipos de beso, los elementos que intervienen en éste y las reacciones físicas y mentales que provoca en el ser humano. ¿Qué tal eh? No hay duda, siempre se aprende algo nuevo.

Los orígenes

Las investigaciones que se han realizado indican que los registros más antiguos que se tienen sobre este gesto humano datan del año 2500 antes de Cristo, al aparecer esculpido en las paredes de los templos de Khajuraho en la India.

Así también hacen referencia a sus inicios y evolución en la mujer de Cromagnon al alimentar a su hijo, como una costumbre para demostrar agrado en las tribus primitivas. Los estudiosos del tema también han situado su origen en el impulso de succión del bebé, en el mordisco amoroso, o en la costumbre de las tribus primitivas de olerse.

Formas y tipos

Como ya hemos mencionado, la Filematología nos habla sobre los diferentes tipos de beso, desde el de esquimal hasta el francés, la variedad es amplia y por si tienen alguna duda, échenle un ojo a esto: Bésame… Bésame mucho con los diferentes tipos de beso que hay

Componentes

La ciencia del beso se encarga además de investigar los sentidos que intervienen al momento de besar y que según algunos resultados son el gusto, el tacto y el olfato. Cada uno por separado producen una fuerte reacción emocional y química entre los participantes y cambiando definitivamente el estado mental al combinarse la reacción de estos sentidos.

Entre los muchos investigadores que hacen estudios con referencia al beso se encuentra la neurocientífica Wendy Hillnos quien hablan de las sustancias químicas que contiene la saliva y las cuales son de gran ayuda para a evaluar si la pareja que estamos besando es la idónea.

Relación beso-sexo

La Filematología también se encarga de la relación que existe entre beso y sexo. Para la antropóloga Helen Fisher, experta mundial en la biología del amor, el beso actúa como un poderoso mecanismo de adaptación que está presente en más del 90 % de las sociedades humanas.

El beso para Fisher está muy involucrado con la química, pues al besar nuestro organismo genera ciertas hormonas que nos llevan a un determinado estado mental. Cuando un hombre, besa su saliva contiene testosterona, hormona que produce la excitación de su pareja.

Y si esos besos son húmedos, mucho mejor porque “inconscientemente intentan transferir esta sustancia para provocar el apetito sexual en las mujeres. Además la humedad de los besos podría ayudarles a medir los niveles de estrógenos femeninos de su pareja y así saber su grado de fertilidad”.

“En cuanto a ellas, el beso les sirve para detectar el estado del sistema inmune de su posible pareja y saber “cuánto se cuida”, pues recordemos que el sabor y el olor de la saliva nos dice mucho sobre la higiene y salud de la persona.

Química

Aunque la Filematología es un estudio reciente, se ha revelado que el contacto labial involucra a cinco de los doce nervios craneales. La filematología señala que los besos por sí mismos combinan tres sentidos: el gusto, el tacto y el olfato. Cada sentido, por separado, es capaz de producir una fuerte reacción emocional y química entre los participantes.

Durante una reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), la neurocientífica Wendy Hill reveló que las sustancias químicas que contiene la saliva ayudan al ser humano a evaluar a una posible pareja para decidir si es la idónea.

A medida que se comienza a besar, las terminaciones nerviosas de los labios se vuelven más sensibles. La estimulación hace que estas terminaciones disparen señales hacia la corteza cerebral y liberen neurotransmisores, como dopamina, endorfinas y feniletilamina. Estos neurotransmisores pueden causar diferentes tipos de sensaciones.

Un beso apasionado actúa como una droga produciendo dopamina. La dopamina es en gran parte responsable de los sentimientos de placer y motivación. Esta sustancia también se encuentra en la cocaína.

La dopamina genera sentimientos de euforia, insomnio y pérdida de apetito. Desde el punto de vista físico, un beso puede causar que los vasos sanguíneos se dilaten, se acelere el pulso y se sonrojen las mejillas.

Las endorfinas, que son péptidos, son conocidas para aliviar el dolor en el cuerpo, y también pueden generar sentimientos de euforia.

La feniletilamina, es un alcaloide que también se puede encontrar en el chocolate. La feniletilamina puede influir en el estado de ánimo y la atención.

Beneficios

Los efectos que tiene un beso sobre la salud también compete a la Filematología, pues ha demostrado que nos ayuda a estar sanos y bajar de peso, pues por cada beso que se da se quema hasta 26 calorías, se fortalece el sistema inmune, hace que el pulso se acelere y se prolonga la vida de quien lo practica continuamente.

La saliva de los hombres contiene testosterona. Cuando un hombre besa a una mujer, le transfiere esta hormona, pudiendo despertar el apetito sexual de ella. Además, la hormona permite tener una referencia sobre el grado de fertilidad de la mujer y conocer su estado de salud. Los científicos también afirman que al besar se puede obtener información genética de la persona que se besa, grado de compatibilidad y otra serie de datos.

De acuerdo a investigaciones realizadas, se ha determinado que al besar se puede quemar aproximadamente de 2 a 3 calorías por minuto. Otros estudios explican que los besos ayudan a reducir el estrés, disminuyen los niveles de colesterol y elevan la oxitocina, conocida como “la molécula del amor”.

 

Bueno, después de haber aprendido algo nuevo, vayan, bésense y alarguen su vida. ¡Feliz festejo!