«El PRI nos ve como apestados; vamos por nuestro partido»

N-A14-EU210316-1_Drupal Main Image.var_1458542533Milenio

“Bienvenidos a Tecomatlán, Puebla. Cuna de Antorcha Campesina y Atenas de la Mixteca”. Esta es la frase inscrita en el arco monumental de recibimento que, además de contar con un sistema de iluminación y fuentes danzantes, también es la sede de un museo. Todo el que entra o sale del poblado tiene que cruzarlo. En esta acrópolis, de poco más de 5 mil habitantes y que cuenta con escuelas desde preescolar hasta un instituto tecnológico, que posee un moderno y complejo deportivo con estadios de futbol y beisbol, se juntaron hace 42 años 32 personas, la mayoría campesinos y algunos ingenieros agrónomos, para crear una organización llamada Antorcha Campesina. Según sus propias cifras, esos 32 se han multiplicado y hoy suman un millón 200 mil miembros.

En 1989, 14 años después de su nacimiento, el movimiento se afilió al PRI; hoy, tres décadas después, ese millón 200 mil votos está disponible para apoyar a quien no los considere como unos “arrimados” o “apestados”, como, asegura el fundador y líder máximo del movimiento, Aquiles Córdova Morán, hoy los miran dentro del Partido Revolucionario Institucional.

En entrevista con EL UNIVERSAL habla acerca de los señalamientos en su contra y hacia el Movimiento Antorchista Nacional, de las finanzas y negocios de esta organización, de su propia situación patrimonial y del futuro político de la agrupación.

Asegura que el Movimiento Antorchista está en camino a convertirse en un partido político nacional, pero antes, en un ejercicio de prospectiva, acepta que frente a un escenario de condiciones adversas podría optar por una opción distinta a la del PRI y apoyar a algún candidato de otro partido en las elecciones presidenciales de 2018.

Este movimiento comenzó en 1974, ¿y ahora cuál es su tamaño?

—Comenzamos en 1974 y esos 32 nos hemos multiplicado, ahora somos aproximadamente un millón 200 mil antorchistas en todo el país.

El ingeniero Aquiles Córdova, como todos en Tecomatlán y en la organización se dirigen a él, relata que el nombre de la agrupación se lo puso su madre. Ella lo había visto en el título de una revista que en aquellos años circulaba la Confederación Nacional Campesina, el brazo agrario del PRI.

En el momento en que Antorcha Campesina tiene que escoger una fuerza política para asociarse lo hace con el PRI. Desde el propio nombre de la organización hay una identidad con el priísmo, ¿es así?

—No exactamente. Nosotros no nacimos pensando en que seríamos un componente del PRI. Nosotros comenzamos a trabajar en una organización absolutamente independiente de cualquier partido político porque desde que yo era estudiante de Chapingo me pude dar cuenta de que los partidos políticos son maquinaria para mover a la gente y vote por las personalidades o líderes que el propio partido le propone a la gente. Esa forma de operar, para la visión que yo tenía de las necesidades de la gente del campo, definitivamente resultaba inadecuada, opuesta a los intereses que nosotros perseguíamos. De tal manera que nosotros no nacimos pensando en ser o pertenecer a un partido político, sino en crear una organización independiente que naciera desde abajo, organizara a los más pobres entre los pobres para su defensa.

Durante 14 años se mantiene el movimiento de Antorcha Campesina sin requerir afiliarse al PRI, pero en el 1989 deciden ser una filial del PRI. ¿Por qué?

—Una vez que empieza a trabajar Antorcha Campesina tiene mucha aceptación, se empieza a extender por toda la región y por todo el estado de Puebla. Empezaron los ataques en contra de la organización. ¿Quién los comenzó y por qué? Debo confesar que nunca hemos logrado precisarlo, pero lo primero que yo vi en letra de molde, en la prensa, fue un artículo amarillista que decía: “Nace en Tecomatlán una extraña república”. Se avientan contra Antorcha Campesina, casi casi acusando que había un grupo que se proponía crear un país dentro de otro país. Es decir, confrontándonos cuando menos con el gobierno del estado de Puebla. A partir de ahí comenzaron a hablar sobre si éramos un grupo armado, paramilitares, invasores o si estábamos despojando a la gente de sus tierras, etcétera. Es decir, una campaña que trataba de ponernos fuera de la ley, como una organización peligrosa. Estuvimos buscando que se nos diera un reconocimiento como organización de masas y siempre se nos dijo que esa figura no existía, que no había una figura legal que nos pudiera amparar.

Cuando se hace candidato a la presidencia de la República Carlos Salinas de Gortari buscamos una entrevista con él, la cual se realizó en un hotel de Puebla. Lo que le pedimos fue que nos diera un reconocimiento legal porque estábamos temerosos, se había desatado una campaña para ponernos fuera de la ley, y como blanco de la represión. Nosotros creíamos que eso se podía atenuar si se nos daba un registro legal. “Queremos que usted, señor candidato, que va para presidente de la República y al que le hemos oído hablar de lo que piensa del campo mexicano, nos extienda algún reconocimiento que nos ponga a salvo de estos ataques, de esta imagen de ilegales y peligrosos”.

Estaba ahí… como su asesor el licenciado (Luis Donaldo Colosio) si no me traiciona la memoria se acercó, algo le dijo al oído y cuando el Presidente volvió a hablar conmigo dijo: “Eso que ustedes me piden no es posible, pero inscríbanse o conviértanse en parte del sector agrario del PRI. Ahí no sólo está la CNC, ustedes entrarían como una organización más del sector campesino del PRI. La cabeza de ese sector era (y es) la CNC. Entonces, esa es la salida que yo les ofrezco, ¿cómo ven? Parece ser que no hay otra manera de resolver su problema y esa es mi propuesta”.

Le pedimos tiempo para pensarlo, lo discutimos y aceptamos la oferta porque si no la intensidad de la campaña se iba a multiplicar y nos iban a acabar metiendo a la cárcel o asesinándonos. Así fue como terminamos formando parte del sector campesino del PRI.

Lo que sí debo decir que los antorchistas siempre hemos reconocido el gesto de Carlos Salinas para ayudarnos a salir del pozo, de la clandestinidad, donde nos quería ahogar la propaganda negra.

Y del 89 para acá, ¿usted cree que ha sido benéfica esa sociedad? ¿Asocia el crecimiento de Antorcha a su decisión de ir con el PRI?

—No, definitivamente no. Yo debo decir que el crecimiento de Antorcha Campesina no ha sido de ninguna manera producto de un apoyo o de ventajas que nos haya otorgado el PRI. ¿Por qué ha permanecido? Primero por la causa original: el intento de querer hacer de Antorcha un grupo pasivo de cárcel y asesinato sigue el día de hoy. Nosotros seguimos sintiendo la necesidad de no perder un marco legal para llevar adelante nuestro trabajo. Por eso permanecemos. Hay otra razón: aunque no se nos ha dado impulso ni apoyo particularmente decisivo, sí se nos ha permitido absoluta libertad para llevar adelante nuestro proyecto político. Jamás se nos ha censurado, jamás nos han llamado y nos han dicho “esto puedes hacer y esto no porque si no te corremos del partido”. Nosotros estaremos en el PRI siempre y cuando nos siga permitiendo hacer nuestro propio trabajo, es decir, llevar adelante el ideal con el que nacimos, y no pedirnos que cambiemos la bandera con la que nacimos porque hoy es más vigente que cuando nacimos. Para nosotros es de vital importancia que el PRI no nos corte nuestra libertad y, hasta ahora, nunca ha habido censura de ese tipo.

Cuándo usted dice: “pareciera ser que desde que inició hasta nuestra época Antorcha Campesina ha estado señalada por algunos intereses opositores o como una organización violenta, una organización rijosa, una organización al margen de la ley”, ¿de dónde viene esa intención de poner de ese lado a Antorcha Campesina? Al menos en la Ciudad de México se tiende a asociar a Antorcha Campesina con las manifestaciones y con los bloqueos a las calles.

—En relación con que Antorcha es una organización violenta, armada, asesina puedo decir con la más absoluta tranquilidad que eso no se sostiene. Eso es campaña mediática, eso no tiene fundamentos. Si alguien se ocupara, con verdadera capacidad, honradez y amor verdaderamente, a investigar qué es lo que ha pasado en materia de violencia y asesinato se podría ir de espaldas. De que ha habido muertos y asesinatos en Antorcha los ha habido, pero los hemos puesto nosotros.

¿Quién estaría interesado en generar esa percepción?

—No los hemos logrado identificar suficientemente bien; eso no quiere decir que no tenga mi idea ni mi hipótesis… es más, hasta cierto grado de certeza. Pero como yo no lo podría demostrar, y yo he sido muy calumniado, mi organización ha sido muy calumniada, ¡sin pruebas!, la verdad es que yo le tengo pavor a hacer lo mismo. Tengo mis hipótesis, casi sé quiénes son los que están detrás, pero no voy a culpar a nadie porque no lo podría demostrar. Pero sí le puedo dar una respuesta más o menos entendible, más o menos creíble: Antorcha con su actividad está desestabilizando muchos cacicazgos, está desestabilizando a muchos grupos de poder, está descomponiendo pactos y acuerdos que habían y que tenían que ocurrir, porque nosotros somos una organización que irrumpe, en una situación digamos de equilibrio, de acuerdos entre los grupos. Al irrumpir Antorcha, al mover a la gente y empezar a ganar opinión e incluso elecciones, obviamente que hay afectados, y no son hermanas de la caridad, no son intelectuales de guante blanco, son políticos muchas veces dispuestos a todo, y ahí se ve en la ferocidad con que nos ataca. Si yo pudiera contestar de dónde viene esta campaña, bueno, pues de los intereses que estamos afectando, algunos de ellos muy poderosos.

¿Dentro del propio PRI?

—Algunos de ellos dentro del PRI, le debo decir. Creo que cuando menos uno de los sectores o de los grupos que más rabiosamente nos han atacado y más persistentemente nos han atacado es un sector del PRI. Ahora, por el lado de las manifestaciones y las marchas y bloqueos de calles y demás, eso lo dicen los medios porque es cierto, no puedo negar lo que a todo mundo le consta. Sí quiero enfatizar que cuando Antorcha sale a la calle, que es, digamos, rara vez, inmediatamente la prensa empieza a decir que somos casi, casi los únicos que sin motivo y por ganas de moler salimos a la calle. Realmente nos limitamos al mínimo posible, y esto también se puede demostrar, incluso contabilizando.

En su verdadera esencia, de lo que se trata es de pegarle a Antorcha. Y eso, pues eso lo pagan, y eso lo mueven los que salen afectados con las manifestaciones de Antorcha, y todo el mundo sabe a qué me refiero: a la Secretaría de Gobernación, a la Secretaria de Hacienda, a la Secretaria de Educación Pública, a los funcionarios contra los que salimos a marchar.

No se trata de elucidar el problema ni de informar a fondo a la gente del problema, se trata de pegarle a Antorcha. Y entonces dicen: caos vehicular, antorchitas chantajistas, lo que quieren es dinero, los líderes se están enriqueciendo, Aquiles Córdova es un multimillonario gracias a la pobreza de la gente. ¿Yo, multimillonario? ¡Yo no tengo nada! Y también desafío, un desafío amistoso, a EL UNIVERSAL, que es uno de los periódicos más respetables y con mayor auditorio en este país, a que me demuestre si yo tengo casas, si tengo ranchos, si tengo cuentas bancarias. ¿Por qué dicen que yo me estoy enriqueciendo?

¿Y cuál sería su fortuna? ¿A cuánto asciende?

—No tengo fortuna, no tengo absolutamente ninguna fortuna, yo vivo al día. ¿De qué vivo? A mí me mantiene el Movimiento Antorchista. El Movimiento Antorchista, para no depender de los campesinos ni de los pobres, para no vivir de las cuotas de la gente, casi desde su nacimiento comenzó paralelamente una actividad financiera propia, tenemos un aparato financiero, que tiene muchos años y mucha experiencia, que maneja negocios en varios estados de la República y que se han hecho esos negocios a base de honradez y de sacrifico de los propios antorchistas, de los propios líderes, y como nadie se roba las utilidades, reinversión de utilidades, y así es como hemos venido creciendo. Antorcha no recibe subsidios de nadie, ni del PRI, ni de ninguna oficina de gobierno, y es otro desafío amistoso que yo le hago a quien quiera recoger el guante.

¿Cuál es el tipo de poder económico de Antorcha? ¿Qué tipo de negocios tiene Antorcha?

—No es un gran poder económico el que tiene Antorcha, porque los recursos que Antorcha genera no se están acumulando, se están invirtiendo continuamente. ¿En qué? Pues en la lucha constante de Antorcha.

¿Qué tipo de negocios?

—Ah… mire, principalmente Antorcha trabaja en la venta de gasolina. Antorcha tiene varias gasolineras, todas absolutamente legales, en las que se han cubierto todos los requisitos. Hemos cumplido todas las especificaciones que hace Pemex para hacer una concesión a cualquier mexicano que tenga dinero para hacerlo. Somos de las gasolineras más supervisadas. También trabajamos en la comida.

¿Cuántas gasolineras?

—Antorcha ha de tener alrededor de 20 gasolineras. Trabajamos en los restaurantes Fonda Margarita, que estamos promoviendo en todo el país… también son ya varias, deben ser alrededor de 20 o 25 Fondas Margarita. Tenemos restaurantes, gasolineras, centros recreativos… no muchos… ahí son quizá unos tres o cuatro centros recreativos más o menos bien equipados, decentitos, donde se le cobra muy barato a la gente. No son los grandes negocios. (Más adelante dice que la organización también posee algunas clínicas que prestan servicios médicos).

Este organismo financiero le rinde informes periódicos dos veces al año, uno cada semestre a la Dirección Nacional Antorchista, que está integrada por 75 antorchistas de todo el país. Yo soy uno más de los antorchistas de la dirección a cargo. Y a ellos se les rinde puntual cuenta de todos los negocios de Antorcha y de todos los gastos. Y le debo de decir que Antorcha no está acumulando dinero, nosotros no somos ricos… se ha dicho eso, pero, ¿cuánto cuesta una marcha, cuánto cuesta un plantón, mitin de miles de gentes? ¿Cuánto cuestan los eventos culturales que hace Antorcha? Y eso, ¿quién nos lo financia? Pues lo financia Antorcha con su trabajo y a mí de allí me paga Antorcha, yo no vivo de las cuotas de los campesinos.

¿Su sueldo y el de los 75 salen de esos negocios?

—No todos. Hay miembros de la dirección nacional que tienen su empleo, pero sí somos varios quienes vivimos del presupuesto de Antorcha

Se dice que cuando hay movilizaciones es gente pagada…

—Así se dice, pero, ¿cómo pagamos?, ¿de dónde pagamos si a duras penas las finanzas de Antorcha son para los gastos? No tenemos manera de pagarle a la gente. ¿Cómo se le paga a tanta gente? Eso lo hacen quienes tienen dinero del erario, por ejemplo, los partidos políticos, que son los que más nos atacan. Pero ellos reciben cientos de millones de pesos, nosotros no recibimos ni un peso, ni un centavo, ¿cómo le pagamos a la gente? Eso no pasa a ser más que una calumnia. Decía yo, la prensa no quiere entrarle al fondo del problema porque la pregunta crucial es esta: ¿cuál es la causa? ¿Cómo salen 100 mil? Porque son 100 mil, aunque la prensa dice 10 mil. ¿Cómo salen 100 mil antorchistas? ¿Porque yo se los digo? ¿Porque alguien se los dice? Eso es una locura, no puede ser, esa gente sale y grita y se asolea y va a hacer hasta amenazas y mentadas porque sabe que está defendiendo sus intereses.

Hemos hablado de historia de Antorcha, de la manera de financiamiento, de sus finanzas personales también, y ahora háblenos de la fuerza política y de la fuerza electoral del Movimiento.

—Bueno, yo entiendo a lo mejor equivocadamente, pero yo manejo el concepto de fuerza política como la fuerza numérica de Antorcha, no tenemos otra; no tenemos cargo, no tenemos nada más que nuestro número, esa es nuestra fuerza política, y nuestra fuerza política viene aritméticamente pues de un millón 200 mil mexicanos. ¿Es mucho, es poco…?, pues depende de contra qué se compare o cuál sea el punto de contraste. Debo aclarar que nosotros tenemos más o menos dimensionado que a la hora de procesos electorales no se debe medir la fuerza de Antorcha sólo por los antorchistas, porque sí tenemos una cierta capacidad de arrastre de voto periférico. Nosotros tuvimos acceso a una encuesta que nosotros mismos mandamos a hacer que nos dijo que por cada antorchista hay cuatro gentes más que votan en el sentido que lo hace antorcha.

Siendo modestos, pero realistas: lo que yo me atrevo a asegurar es que por cada antorchista hay cuando menos un voto más, familia, amigo, pariente, sobrino, abuelo, lo que sea, lo que nos llevaría a tener una votación a nivel nacional de unos 2 millones y medio de electores. Más o menos ese es el tamaño de la fuerza política de Antorcha.

¿Qué municipios gobierna Antorcha?

—Está Chimalhuacán, Ixtapaluca, en el Estado de México. Está Mecayapan, en Veracruz… creo que hay otro, me parece que son dos municipios en Veracruz; están cinco municipios en San Luis Potosí y en Puebla seis… y nada más. O sea, totalizando serán unos 15 municipios en todo el país.

—En la Cámara de Diputados federal, ¿con cuántos representantes cuentan?

—En este año tenemos seis representantes, tres de Puebla y tres del Estado de México. Esto, lo debo subrayar, tampoco es un regalo del PRI, y no lo digo por malagradecido, no lo digo porque quiera yo desconocer o porque, como luego dicen, quiera yo morder la mano que me da de comer. A mí no me da de comer nadie en la mano, yo me gano lo que como.

A casi 30 años de ir con el PRI Antorcha Campesina o Movimiento Antorchista está en camino a convertirse en un partido político. ¿Está listo para ser una fuerza política independiente al PRI?

—Si recordamos lo que yo dije acerca de por qué y cómo entramos a ser parte del sector agrario del PRI nadie se sorprenderá si yo le digo que Antorcha ha estado siempre muy alimentada, muy imbuida en la idea de que somos una organización independiente. Muchas veces, compañeros que no saben mucho de diplomacia ni de tacto político se avientan abiertamente a decir: “yo no soy priísta”, “yo no sé por qué dicen que soy del PRI, yo soy antorchista”. Eso es cierto, siempre hemos estado imbuidos de esa idea, porque así nacimos y nuestra causa así lo exige.

Pero no lo podemos plantear a fecha precisa porque no es un objetivo en sí, el partido político para nosotros no es un objetivo, es un medio para llevar adelante con más independencia, con mayor autenticidad y a lo mejor con mejores resultados, el programa, la lucha social de Antorcha. Para nosotros eso es el partido, de eso no hay duda, siempre ha estado en nuestra mente y no tenemos por qué haberlo abandonado. Como no es una meta, sino sólo una herramienta, nosotros decimos y nosotros nos vamos a convertir en partido cuando tengamos las condiciones reales para funcionar como un partido político independiente y de verdadera oposición.

¿A mediano, corto plazo…?

—Pues no tan largo plazo, porque en el largo plazo nosotros vamos a estar muertos… No sé, en 10-15 años, porque esto urge.

Después de haber leído algunas críticas suyas y expresar algunas molestias me parecía que incluso la salida del PRI sería en un tiempo menor al que nos dice.

—Es probable, no está usted muy equivocado, algo de eso quise decir, y sí, tiene usted razón y debo de decirle que mi molestia no era sólo con el PRI, también con el PAN, porque sobre todo la prensa poblana dicen que los antorchas ya están traicionando, que los antorchas ya se vendieron con Rafael Moreno Valle (el gobernador de Puebla, miembro del PAN), que los antorchas ya se vendieron al PRI, que los antorchas ya traicionaron a Blanca Alcalá (candidata del PRI a la gubernatura de Puebla). A mí no me pueden acusar de traicionar a Blanca Alcalá porque yo no le debo nada a Blanca Alcalá. Hay muchos que le deben hasta los calcetines al PRI y andan traicionándolos, yo no. Si yo voto por el PRI es por simple honradez y por simple limpieza moral, porque nosotros estamos dentro del PRI, pero a mí no me pueden acusar de traidor, como si yo le debiera al PRI un favor especial y ahora estuviera pateando el pesebre. Yo he hablado con Moreno Valle y es cierto, yo he negociado con Moreno Valle, pero no bajo cuerda, yo no hago ese tipo de negociaciones. Antorcha no sirve para eso. ¿Yo qué voy a negociar?, ¿yo qué le voy a dar a Moreno Valle? Yo he negociado con él porque es el gobernador del estado y porque él tiene que resolver las demandas de Antorcha, pero como en este país todo mundo anda negociando en lo oscurito y todo mundo anda escondiendo su provecho creen que yo también pertenezco a esa fauna, pues se equivocan, yo no pertenezco a esa fauna. Si yo mañana voto por un candidato del PAN será porque me consta que va a hacer mejor las cosas que muchos priístas, lo cual es posible porque ni modo que nos van a decir los priístas que ellos son modelos de políticos eficaces y honrados a nivel mundial, eso no es cierto; lo dirán, pero yo no lo creo.

¿En el PRI lo están tratando como aliado, como amigo?

—En el PRI siempre se nos ha tratado como arrimados, como apestados, siempre. No sé si exactamente todos, porque yo sí he notado en algunos momentos gente que no nos mira tanto así, pero siempre ha estado presente una fracción que, según yo, nunca nos ha digerido ni con salsa mil islas. No nos quieren, y desgraciadamente yo tengo la mayoría de veces una sensación de lo que leo, de lo que siento, que es esta corriente la que siempre se impone, la que nos mira mal, la que nos patea, la que nos insulta. Incluso, ha habido gente que dice “Antorcha no es del PRI”, y luego: “vénganse, hay que votar por el PRI”. ¿Cómo le vamos a hacer?

¿El paso natural sería dejar de pertenecer al PRI para ir hacia la independencia de un partido propio?

—Así es.

¿Pero hay uno intermedio? ¿Usted vislumbra la posibilidad de que un día Antorcha votará en mayoría por algún otro partido?

—No, no lo vislumbro, porque el día en que Antorcha se sumara, por ejemplo, a López Obrador, eso sí, tendríamos que renunciar previamente al PRI.

En una elección que se vislumbra muy reñida y podría llevar a tercios el voto, cuando usted tiene sobre la mesa una fuerza de un millón 200 mil personas, en una elección tan cerrada le permite cambiar el escenario. ¿Aun así usted no vería en algún momento a Antorcha Campesina, si se sintiera maltratada por el PRI, optar por otra opción?

—Sí, sí veo ese momento, ¿cómo no? Sin embargo, y así lo quiero subrayar, nos estamos moviendo en un escenario puramente hipotético, digamos, un ejercicio de prospectiva, necesitaría yo, para poder contestar con responsabilidad y sin meterme a riesgos inútiles estar hablando en concreto primero de los candidatos que todavía no están definidos y, segundo, comprobar qué trato nos dan, qué papel nos asignan, qué importancia nos dan los candidatos, el del PRI o los que sean, eso es muy importante para nosotros. Hay que irse con mucho cuidado en esto. Los intereses de Antorcha, los intereses legítimos de Antorcha, requieren de mí mucha responsabilidad. Por eso digo, el ejercicio que usted me propone yo lo acepto; no pierdo nada en hacer ese ejercicio y decir: sí, si en algún momento dado yo miro muy adversas las condiciones en el PRI, incluso agresivas, hasta por razones de sobrevivencia, pues sí.

¿Habría un candidato o un partido en especial con el que Antorcha nunca iría o iría con cualquiera?

—No, yo no conozco, no tengo relaciones personales para poder hacer un ejercicio de este tipo y no caer en una suposición a lo mejor hasta injusta. Yo necesitaría hablar no sólo del ideario político de la gente, sino ver. Yo ahorita no puedo hacer ningún juicio, no sólo por precaución, que tengo derecho a ser precavido, es más, la obligación de ser precavido, pero además por honestidad yo nunca he tratado personalmente con los candidatos que se mencionan, ni al licenciado (Miguel) Osorio Chong, ni al doctor (Luis) Videgaray, ni Andrés Manuel López Obrador, nunca he hablado con López Obrador, no tengo ni idea de cómo piensa el señor, entonces no me puedo orientar ni puedo darle algún peso a mi opinión. Yo necesito ver, a ver qué sucede, entonces pronto tomaremos una decisión, que tendrá que ser cuidadosa porque los intereses de Antorcha son delicados y porque es mucha la gente que depende de mí.

Cuando dice tomaremos una decisión, ¿se refiere específicamente a quién?

—A la dirección nacional de Antorcha.

¿No al ingeniero Aquiles?

—No, no… esto es una aclaración muy importante: en Antorcha no hay un solo organismo, no hay una sola autoridad unipersonal. Esa es una manera de evitar el caudillismo y el abuso individual del poder. Todos, absolutamente todos y a todos los niveles, pertenecemos a un órgano colectivo y ese órgano colectivo tiene pleno poder sobre nosotros, para autorizarnos, para aprobarnos una propuesta o para rechazarla por otra. Yo no tomó decisiones personales y menos de esta envergadura.