La regresión azulcrema

clasicoAmérica ha entrado en una secuencia peligrosa. El equipo de Antonio Mohamed no ha logrado recuperar la inercia de juego y resultados que logró en la primera mitad del torneo y que lo llevaron a ser el mejor del certamen. Sigue a la cabeza de la clasificación, pero los resultados no terminan por llegar, el equipo no despega como lo amerita la recta final del torneo en la que suele pesar en demasía el estado de forma de cómo se llega a la Liguilla.

Desde el descalabro con Cruz Azul por 4-0 en la Jornada 12, las Águilas se han hecho una escuadra irregular, dieron síntomas de recuperación cuando en casa vencieron a Monterrey por 2-0.

Pero cuando se esperaba que lo ocurrido en el Azul quedara en el mero registro, vino el tropiezo con Querétaro, una derrota de último minuto con un rival que jugó con un hombre menos por más de 30 minutos.

América se ha descompuesto en defensa, tampoco han aparecido esas jornadas en las que el volumen de juego y la disposición de todos los jugadores le hacían pelear por los partidos hasta el último segundo. De querer y poder, las Águilas pasaron no poder ni atrás ni adelante. Ahí está el Clásico ante Chivas en el que el equipo no encontró el punto fino en la zona de definición.

Ahora mismo, su rival en Liguilla sería el León, el conjunto esmeralda que ha tenido un repunte espectacular y que ha ganado sus últimos cuatro partidos, de hecho este i n de semana el cuadro de Gustavo Matosas le quitó la etiqueta de mejor ofensiva. Los Esmeraldas están pujando por meterse a la Liguilla, no tienen su boleto garantizado, pero en caso de conseguirlo podría ser uno de los equipos que se toparían con América y visto el estado futbolístico de uno y otro, América no tendría garantía alguna.

El aspecto donde mayor desequilibrio se ha notado es la situación defensiva, tratan los americanistas de recuperar la seguridad en la zona baja, Chivas con todo y su juego defensivo les hizo partido en algunos lapsos del Clásico y el árbitro Roberto García no pitó un penal de Paul Aguilar.

Y en la parte de ataque las cosas tampoco han mejorado mucho, la generación de jugadas ya no es tan constante; en los últimos cuatro partidos han marcado cuatro goles, pero el equipo no da la sensación de procesar el juego y fabricar las opciones de gol como sí lo hizo en la primera mitad del torneo. Hubo jornadas en las que América se hizo un equipo de áreas, que atajaba en la propia y marcaba en la contraria; algo que no ha ocurrido en las últimas fechas.

La semana pasada, la directiva valoraba la cosecha del curso, nadie refuta que los números son buenos. En esos mismos días Ricardo Peláez (presidente deportivo) y el propio Antonio Mohamed se vieron ganadores del Clásico Nacional. Ninguno atinó y lo que ofrecieron los dos equipos estuvo lejos de ser un partido de alto calibre. América no ejerció su papel de líder.

LA CALIBRACIÓN FINAL

Mohamed y su plantilla desean el liderato, lo han mantenido tantas semanas que no vislumbran perderlo en estos últimos dos juegos. Toluca y Atlas serán el examen final para mostrar sus aspiraciones reales, una cosa es decir que la exigencia en Coapa es el campeonato, eso se sabe, pero en la cancha deberán hacer válido el discurso.

Diablos y Zorros son dos equipos que a lo largo del torneo se han instalado en los sitios altos. El equipo de José Cardozo está dos puntos por detrás de América, el domingo buscará despojar a los azulcrema del liderato de la competencia. Si los del Turco triunfan en el Nemesio Diez, nadie los bajará del sitio de honor.

El cierre será en casa, ante Atlas, una escudara que tampoco ha logrado enchufarse en las últimas semanas, pero si el cuadro de Tomás Boy vence a Xolos el sábado y América cae el domingo en Toluca le daría alcance a las Águilas, solo la diferencia de goles dejaría mejor posicionado al cuadro azulcrema.

Toluca y Atlas medirán a las Águilas, la oportunidad para recuperar el tono. América necesita un golpe sobre la mesa que reitere su posición de candidato número uno al título.