San Miguel Monte Verde, pueblo con gran historia

San Miguel Monte Verde (1)Patricia Castellanos

San Miguel Monte Verde, Oaxaca, Oax.- En tierras fértiles, cobijadas por una extensa flora y fauna que fusionan su belleza generando paisajes naturales los cuales cautivan el ojo humano, se encuentra la comunidad de San Miguel Monte Verde;  pueblo con gran historia localizado en la Mixteca Alta de Oaxaca, a tan solo 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar.

Los pobladores del lugar, gente que se caracteriza por ser pacífica y trabajadora, reflejan en sus rostros gran calidez y sencillez, así mismo es admirable la organización que les ha llevado a edificar y fortalecer este pueblo, el cual a pesar de tener un pasado rico en historia, es  muy joven en estas tierras.

Y es que los pobladores del lugar cuentan que la comunidad tuvo sus orígenes en los cerros de la Mixteca Alta, sin embargo, gracias a la organización e iniciativa de los lugareños, migraron a un valle entre las montañas, donde edificarían su nuevo hogar, trayendo consigo sus tradiciones y costumbres desembocadas de una cultura milenaria.

San Miguel Monte Verde (14)En poco menos de 30 años esta población de más de mil 800 habitantes reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su último censo, ha logrado un gran avance en infraestructura, organización y sobre todo tolerancia ideológica entre sus habitantes.

Según narran los lugareños, uno de los factores para que decidieran reubicar su comunidad, fue el elevado número de migrantes en la zona, ya que debido a la poca productividad en el área, y la gran marginación, los habitantes de San Miguel Monte Verde tenían que emigrar a Estados Unidos de Norteamérica para encontrar un mejor futuro para sus familias.

 

Sin embargo, gracias a la organización de los pobladores y las ganas de establecerse en tierras fértiles que les pintaran un mejor panorama; donde no los separara de sus seres queridos, decidieron reubicarse en lo que ahora es este pueblo mágico, lleno de belleza, paz y armonía.

 

Esta comunidad es bilingüe ya que sus habitantes hablan la lengua Mixteca así como el español, cuenta con tres escuelas (pre escolar, primaria y telesecundaria), tiene un centro de salud, tres plantas de tratamiento de aguas residuales, agua entubada, energía eléctrica (alumbrado público), tiendas comunitarias y está en proceso la construcción de una cocina comunitaria, lo anterior habiéndose logrado en poco más de 20 años, lo cual es admirable.

Al momento, se continúa con la construcción de más viviendas de concreto, así como la pavimentación de algunas calles del lugar, las cuales son pocas, ya que la mayor parte del poblado cuenta con pavimento, edificaciones que han sido respaldadas por la organización Antorcha Campesina, misma que ha acompañado a los habitantes desde el resurgimiento de su comunidad.

San Miguel Monte Verde (7)El patrimonio de San Miguel Monte Verde se fundamenta en la agricultura y actividades pecuarias, mismas que generan recursos para que sus habitantes solventen sus necesidades, creando un sistema de organización interno y fluidez económica.

Otra de las peculiaridades de esta pequeña sociedad indígena, es la tolerancia en sus religiones, ya que las iglesias que existen (cristiana, católica, y evangélica), a pesar de ser de distintas ideologías, han sido reconstruidas entre todo el pueblo; y es que cuando se ha necesitado cimentar uno de estos templos de adoración, los habitantes han cooperado económicamente y con mano de obra para construirlos, respetando sus credos y dejando atrás la discriminación religiosa.

 

A pesar que aún falta mucho por hacer en esta comunidad, es de gran orgullo para sus habitantes observar cómo ha avanzado la edificación de su pueblo, quedando atrás las casas de lámina en pleno monte, con carencias y la ausencia de sus familiares en sus corazones.

 

En tanto, más allá de congraciarse con la pronta edificación de San Miguel, los pobladores comentan que este esfuerzo que han llevado a cabo desde hace años y continúan construyendo; está basado en el ideal de otorgarlo como herencia a las nuevas generaciones, mismas que ya disfrutan de los privilegios que ellos en sus tiempos no tuvieron, como lo son: un techo firme, educación, salud, entre otros.

 

Así mismo, los pobladores indígenas enfatizan en que el mejor legado que les pueden dejar a sus hijos y su descendencia, es que este pueblo ha sido y sigue siendo cimentado en la inducción avalada en los buenos valores, los cuales llevaran a las nuevas generaciones a lograr la excelencia y la armonía entre sus congéneres.